El martes nos llevamos una gran sorpresa, cuando salimos al jardín vimos que estaba lleno de ricos rollitos de huevo para darnos un festín.
Los rollitos se sostenían en el aire y lo pasamos en grande intentando comérnoslos sin ayudarnos con las manos, nos las ingeniamos para lograr nuestro objetivo y cumplir las normas del juego.
Ha sido divertido interiorizar el círculo y experimentar con esta figura geométrica utilizando nuestros sentidos.