¡PINTAR CON HIELO!
Pintar con hielo ofrece, más allá de la experiencia artística, una experiencia sensorial en la que vuestros peques han descubierto la magia mezclando agua con colorante azul en vasitos. Con palitos de polo removieron la mezcla y sus ojos se llenaron de sorpresa al ver como el agua se volvía azul.
Y… ¡Sorpresa! Al meterlos al congelador el agua se ha convertido en hielo y que con ese hielo azul han pintado jugando.
Han disfrutado muchísimo experimentado con la sensación de frío, viendo cómo ese hielo se iba derritiendo poco a poco dejando el color azul por todo el papel continuo, formando manchas y garabatos que ellos mismos iban creando.
¡Pintar con hielo un éxito asegurado!