Fueron cuatro ambientes de juego, cuatro opciones llenas de posibilidades de aprendizaje las que ofrecimos al alumnado de Maternal 1B.
Libres en su elección, los/as niños/as decidieron dónde y con qué se divertirían. ¿Sería la deliciosa, fría y escurridiza gelatina; las piñas y cartones; los bloques traslúcidos de colores; o los palos, maderitas y animalitos de madera?
Algunos/as niños/as no se despegaron de la gelatina; algunos/as se dedicaron a la construcción, deconstrucción, alineación o inspección de los bloques traslúcidos; otros/as ordenaban cuidadosamente las piñas en los cartones; otros/as empezaron a hacer música con los palos; y unos/as cuantos/as decidieron prestar su atención a todos los materiales ofrecidos.
Sin duda, otra experiencia enriquecedora tanto para el alumnado, como para nosotras las educadoras porque jugar y observar es aprender.
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