En el aula de Maternal 1-B hemos aprendido el color rojo a través de múltiples propuestas que invitan a los niños y niñas a observar, investigar, experimentar y tomar decisiones de las cuales surge la curiosidad y nuevos retos que resolver.
Cada sesión es presentada de una forma lúdica, atrayente e interesante, en este caso el color rojo es uno de los primeros colores que aprendemos y no hay mejor forma de interiorizarlo que jugando todos juntos. El aula se ha llenado de color; materiales y objetos que estaban a su alcance despiertan la motivación, la creatividad, la imaginación y la interacción. Han puesto en marcha sus habilidades para pegar y despegar los pies de las paredes, experimentar con texturas, conseguir los coches encelados, rasgar papel pinocho y rellenar el círculo rojo, abrir y cerrar las cremalleras de la manzana, construir con construcciones, observar a través de bloques geométricos, vestir con un babi del color principal, jugar con los elementos de la cocina, con sombreros, con pañuelos, etc.
Todo ello trae consigo el desarrollo motor, cognitivo-intelectual, social, afectivo y artístico del alumnado pues han trabajado la motricidad fina con precisión, la gruesa a través del movimiento de su cuerpo, la interacción entre los iguales, el disfrute de sus propias creaciones y la toma de decisiones y la observación de resultados.
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